Pues sí… después de tantos años soñando con este momento, después de tantas bromas, tantos “¿y mi pedrusco?” y tantas miradas cómplices, por fin ha llegado el día de celebrar aquello que llevábamos tanto tiempo esperando.
A estas alturas no sorprende a nadie que los dos cónyuges seamos, digamos, dos almas inquietas. Dos viajeros empedernidos con una larga lista de países recorridos juntos, miles de kilómetros compartidos y un sinfín de historias que solo se entienden viviéndolas en compañía. Nuestro camino ha sido, literalmente, un viaje: desde vuelos interminables hasta escapadas improvisadas, desde perder trenes hasta encontrarnos siempre el uno al otro.
Y aunque es imposible resumir todo lo vivido, aquí va un pequeño intento de capturar quiénes somos, de dónde venimos… y hacia dónde queremos seguir viajando juntos.